martes, 19 de abril de 2011

LA MEJOR PROTECCION ES LA INFORMACION

Durante años, muchos psiquiatras y psicólogos han abogado por distintas formas de “terapias” con el fin de transformar la orientación del individuo homosexual a heterosexual basándose en que la homosexualidad es una forma de desorden mental.
Sin embargo en 1976 cuando la Asociación de Psiquiatras Americanos (APA) retira la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, en su gran mayoría los terapeutas comienzan a cambiar sustancialmente el tratamiento de este tema.
 No obstante y como contraofensiva, algunas profesionales conservadores, para quienes su bien más preciado en términos sociales es la masculinidad
Basándose  en las experiencias de pacientes que concurrieron a ellos en busca de ayuda para cambiar su orientación sexual. En todos los casos se trata de individuos sumamente perturbados con una actitud extremadamente negativa hacia la homosexualidad y hacia sí mismos.
 Mas que ayudar a estas personas a descubrir las fuentes de sus sentimientos negativos sobre sí mismos e intentar superarlos, estas “terapias” les inculcan la idea de que los sentimientos de infelicidad son única y directamente el resultado de su homosexualidad.
 En definitiva, los terapeutas reparadores utilizan técnicas que al nutrir la tendencia anti homosexual internalizada de los sujetos, en lugar de brindarles un estímulo positivo les causan un intenso daño sicológico.
Algunas sectas religiosas  sostienen que pueden convertir homosexuales en heterosexuales a través del arrepentimiento y de la fe en Jesucristo quien según su discurso ofrece una alternativa de sanación para las personas con tendencias homosexuales.
Los ExGays –fuertemente respaldados por la derecha religiosa, de gran poder económico en los EE.UU.- se basan en la prohibición cristiana de las relaciones entre personas del mismo sexo según la forma literal de interpretación de la Biblia.
  El fraude consiste en prometerles la posibilidad de una cura o reparación que los transformará en heterosexuales. Pero el remedio es peor que la enfermedad pues el tiempo pasa y los resultados no aparecen pues como sabemos la orientación sexual fundamentalmente no se pueda cambiar
.Lo mejor que podrá esperarse en esos casos es que el homosexual reprima su identidad adoptando un comportamiento en conflicto con la misma lo que de algún modo es equivalente a una forma de mutilación o suicidio. Las consecuencias son tremendamente negativas.
 En los últimos tiempos estos movimientos han experimentado varias situaciones de escándalo cuando algunos de sus líderes supuestamente “sanados” fueron descubiertos en situaciones contrarias a su prédica. Algunos de ellos retornaron a la vida homosexual.

No hay comentarios:

Publicar un comentario